La vida es un libro mágico, en cuyas hojas interminables y por demás en suma interesantes, se pueden encontrar millones y millones de situaciones altamente fabulosas, en esas páginas bellas tan llenas de luminosas estrellas, se reciben al abrirse conocimientos básicos que motivan a los hombres a ser felices en muchos campos.-En ellas se encuentran multitudes de invitaciones a todo tipo de eventos, que sólo en forma personal y en base a la formación individual los efectos se dejarán ver en futuros siempre cercanos en alto o menor grado según sea el caso elegido en la trayectoria a vivir ya en disciplina sin por ello nunca en los jamás, haber dejado de gozar, divertirse y reír con ánimo sincero, pleno y especial, en pro de poder recibir del destino en su momento llegado, aquello con lo que todos soñamos, llegar a la cima de una victoria impar.-La vida tiene en esas sus doradas paginas tan hoy al alcance de la mano, muchas luces de diversas formas, tamaños y colores siempre atractivas en suma, fosforescentes y hechizantemente atrayentes, pero algunas de ellas y muy pocas por ser o consistir en premios singulares, parecen lejanas he inalcanzables y son precisamente por las que se deben de luchar, esforzarse y sangrar de ser preciso en ese sobrehumano andar, hasta lograr apoderarse de un triunfo que nos hará como seres de paso, conocer con anticipación el sabor de la divinidad, traducida a la forma humana, la bendición de Dios sobre las cosa terrenas que nos acogerán con dulce abrigo, amor, comprensión y todas las venturas que llegue a desear la criatura terrenal, mientras llega a ocupar en la mansión celestial, esa herencia prometida por su Creador, en sólida y dulce verdad.-Las hojas del libro de la vida, son infinitas, unas desaparecen otras aparecen y así consecutivamente sin vérseles nunca el final, así como tampoco el inicio porque son hojas del destino que pasan con la vertiginosidad que no se les puede detener, más si extrañamente leer, observar y aprender de ellas, como si fuera una amplia universidad de versátil vanidad, pero no es así, pues conllevan de todo sin nada faltarles, porque en ellas se observan las vidas perfectas de los hombres de todas las edades, clases, razas, lenguas y civilizaciones, sin distinción como suelen ser las cosas ante el buen Señor Dios.- El libro de la vida, es una enseñanza superior, pues quien desee ser alguien grande en verdad, sólo le bastará indudablemente ponerse a observarlo con amorosa atención y extraerá de el indudablemente, cosas tan excelsas, tan gratas y ascendentemente plausibles, que le harán dar las gracias con eternidad, por haber nacido, por convivir con los hombres sus hermanos y por haber conocido la majestad en suma de haber descubierto en plenitud, la Tierra unida en comunión única con el Cielo que la abriga de todo Mal, que la pudiera dañar, más sin coartar ciertamente una vez más, la libertad en el hombre, cosa en misterio muy excepcional...No tratemos pues en vano, comprender aquello que siendo nosotros mismos y al parecer no dársenos por alguna razón especial, ya se nos concederá en su tiempo y era precisa, indicándonos la superioridad, que puestas las cosas en su lugar, en nuestro inmortal andar, culminaremos en la deidad como cosa natural.- Eso dicen las hojas hechas de bronce, plata y oro sinigual.....¿Y a ti, si a ti... ¿Qué te dice la vida en cada paso que das?
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Viernes 16 de Septiembre del 2011
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